Reconsolidación de la memoria: elemento central de la transformación en psicoterapia

Reconsolidación de la memoria: elemento central de la transformación en psicoterapia

¿Qué es lo que facilita el cambio en psicoterapia? ¿Cuáles son los mecanismos biológicos que lo propician?

De las más de doscientas escuelas en psicoterapia, incluyendo las que se autodenominan “basadas en la evidencia”, unas más y otras menos, tienen estudios de mayor o menor fiabilidad sobre su eficacia. Pero casi ninguna tiene estudios sobre  cuáles son los procesos neurobiológicos que subyacen al cambio en psicoterapia. Lo que sí tienen todas son especulaciones sobre el tema.

Asistimos a una etapa en neurociencias en la que empieza a ser posible establecer un mapa neurobiológico de los fundamentos del cambio en psicoterapia; una etapa en la que es posible construir una psicoterapia neurobiológicamente fundada, lo que facilitaría poner orden en el batiburrillo de nombres y modelos actuales. Uno de los pilares de este mapa neurobiológico del cambio es el proceso de reconsolidación de la memoria.

La idea central es que el cambio se produce a partir de la activación de recuerdos y emociones asociadas, momento en el que la memoria se “desbloquea” y es susceptible de incorporar nuevos elementos en el proceso de reconsolidación.

Hasta hace poco se creía que la consolidación era irreversible, y en el caso de las memorias traumáticas se pensaba que estos circuitos eran indelebles para el resto de la vida (LeDoux, 1989).

Pruebas e investigaciones en animales y humanos (Pedreira y col.; 2004) han mostrado que la memoria emocional se puede borrar; que lo que se borra no es el componente autobiográfico sino la carga emocional perturbadora, carga que es la responsable de las respuestas defensivas y adaptativas que desarrolla la persona para enfrentar el trauma.

Lo que hoy sabemos de la memoria es que se trata de un proceso dinámico y constructivo y no simplemente en una  repetición calcada del evento original, de manera que los recuerdos se someten a revisión y remodelación cada vez que se recuerdan.

Nadel y Moscovitch han desarrollado una teoría de la consolidación de la memoria, conocida como la Teoría de los trazados múltiples (Multiple Trace Theory) (MTT). Esta teoría sugiere que cada vez que se recupera un recuerdo, el rastro de memoria subyacente entra en un estado frágil y lábil, y por lo tanto requiere otro período de consolidación, denominado “reconsolidación” (Nadel et al., 2000). El tiempo de duración de este periodo lábil suele ser de 5-6 horas y se llama “ventana de reconsolidación”. Esta ventana ofrece la  oportunidad, en determinadas circunstancias, de modificar dicha memoria.

La teoría MTT no explica la presencia de tres componentes interactivos: memoria autobiográfica, estructuras semánticas y respuestas emocionales, y nos viene a decir que es posible el cambio por las tres vías de acceso.

Existe evidencia de que el arousal emocional parece ser importante para el éxito de muchas formas diferentes de psicoterapia. Diversos estudios refieren que el mejor predictor es una combinación de activación emocional y de procesamiento cognitivo que facilite la reflexión sobre la propia emoción (Lane, Nadel, 2015).

Algunos autores consideran que no es necesaria la activación emocional para producir el cambio en el borrado de los recuerdos traumáticos. Personalmente no lo creo así. Es importante traer aquí el concepto de ventana de tolerancia. La relación entre la activación emocional y la capacidad para reconstruir una narrativa explícita no es lineal.  Niveles extremadamente elevados de arousal como niveles extremadamente bajos durante el evento traumático contribuyen a que la memoria de lo experimentado se fragmente, no se codifique bien (memoria traumática);  y de la misma manera, para un procesamiento de dicha memoria debemos mantener al paciente dentro de esa ventana de tolerancia, ni sobreactivado ni infraactivado.

Podemos, por tanto, considerar la reconsolidacion de la memoria como un tipo de plasticidad cerebral: en determinadas condiciones, al evocar un recuerdo se  “abren” las sinapsis de un aprendizaje emocional y durante un tiempo es posible un cambio antes de volver a consolidarse.

¿Cuáles son las condiciones para que sea posible esa transformación de la memoria en psicoterapia?

El proceso es el siguiente:

  • Se accede a un “recuerdo” de la memoria emocional.
  • Se busca un nivel suficiente de activación emocional.
  • A partir de este “recordar”, la memoria se vuelve lábil y el recuerdo entra en una fase de inestabilidad.
  • Se realiza una “actualización experiencial” de esa memoria, que consiste en yuxtaponer a la memoria original un “error de predicción”, un nuevo recuerdo que representa un acto de triunfo que cambia el resultado de esa memoria, por ejemplo pasar del estado emocional de “Estoy en peligro” a “Estoy a salvo ahora”. Parece importante que este material nuevo surja de dentro del propio paciente, de su interior, y no sea algo prestado por el terapeuta, lo que dificultaría su asunción.
  • Se produce el reemplazo de memoria. Ahora está presente una memoria muy real, simbólica, narrativa. Podemos decir que lo implícito se ha procesado y ha pasado a lo explícito.

El modelo integrado de memoria ofrece una oportunidad para desarrollar un lenguaje común en el campo de las psicoterapias. De hecho, es posible que este haya sido el proceso de cambio subyacente en muchas terapias sin ser conscientes de ello y antes de que la neurociencia estableciera estos mecanismos de la memoria.

En la actualidad, diversas terapias que trabajan desde lo emocional, como el EMDR, buscan la transformación de la memoria emocional (Ecker, 2012). Cuando esto ocurre el cambio sobreviene, se impone; no se trabaja esforzadamente entre sesión y sesión con tareas para casa. El cambio se produce en el trabajo en consulta.

La reconsolidacion de la memoria parece ser el proceso fundamental neurofisiológico que opera para el cambio transformador en terapia.

 

Referencias

  • LeDoux, J. E., Romanski, L. & Xagoraris, A. (1989) Indelibility of subcortical emotional memories. Journal of Cognitive Neuroscience 1:238–43.
  • Pedreira, M. E., Pérez-Cuesta, L. M. & Maldonado, H. (2004) Mismatch between what is expected and what actually occurs triggers memory reconsolidation or extinction. Learning and Memory 11:579–85
  • Nadel, L. & Moscovitch, M. (1997) Memory consolidation, retrograde amnesia and the hippocampal complex. Current Opinion in Neurobiology 7:217–27.
  • Lane, Nadel ,Ryan, Greenberg : Memory reconsolidation, emotional arousal, and the process of change in psychotherapy: New insights from brain science. Behavioral and brain sciences (2015), 1-64.
  • Bruce Ecker, Robin Ticic y Laurel Hulley: Unlocking the Emotional Brain.  Taylor & Francis, 2012.
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